lunes, 29 de julio de 2013

"JESÚS LO TENÍA MUY CLARO"

Jesús, siendo apenas un muchacho, dijo en cierta ocasión: "¿no sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?" (Lucas 2:49b). Sus padres se asustaron mucho al percatarse que el muchacho no estaba entre los parientes y conocidos como ellos pensaban.
Al ser hallado, y con apenas 12 años, Jesús dio a entender que él tenia muy claro algo que sus padres no. Era necesario que él estuviera en el templo, compartiendo con los doctores de la ley.
Esta afirmación suya es tan oportuna para nuestros días. ¡¡Son tantas las cosas de la vida en las que terminamos atrapados y que nos privan de estar en los negocios de nuestro Padre Celestial!
Si no tenemos claras nuestras prioridades, las muchas actividades de la agitada vida actual, lograrán su objetivo de dejarnos fuera de la casa de Dios, sin tiempo y sin fuerzas para Aquel que merece lo primero y lo mejor que podamos dar.
¿No es maravilloso, que un joven a tan corta edad, tuviera tan claro lo que en verdad le convenía? ¿Lo tenemos nosotros?
Los beneficios de estar en la casa de Dios son múltiples. Dios ha señalado que no debemos dejar de  congregarnos como algunos tienen por costumbre. Estando en la casa de Dios recibimos aliento y dirección por medio de la palabra exhortada. Nuestra fe es fortalecida por los testimonios de las cosas gloriosas que Dios hace en favor de nuestros hermanos. Unos a otros, somos estimulados al amor y a las buenas obras. Los beneficios que recibimos al estar en la casa de Dios son muchos. Aun el hijo prodigo reconoció que mientras él perecía de hambre, EN LA CASA DEL PADRE había "abundancia de pan".
No hay razón para padecer necesidad espiritual. Tenemos un Dios rico en todo, que es capaz de hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos. Jesús tenía toda la razón: en los negocios del Padre, en SU casa, en SU Presencia y Santa comunión ¡es donde conviene estar!